lunes, 17 de enero de 2022

RESEÑA NOVELA EL ÁRBOL DEL JENGIBRE, DE OSWALD WYND (EDITORIAL DUOMO).

Hola hola!

Como ya os dije, he estado malucha, y después de dos cajas de sobres y dos botes de jarabe parece que estoy mejor, así que aquí estoy otra vez por aquí. Esta vez os traigo una nueva reseña que viene de la mano de Babelio y su programa de Masa Crítica, con la cortesía de Editorial Duomo. Esta reseña tenía que haber visto la luz la semana pasada pero como me lloraban tanto los ojos por el trancazo, no podía leer mucho ni sentarme aquí a escribir, menos mal que los de Babelio que son buena gente no se han enfadado jejejeje.

Antes de entrar en materia os adelantaré que esta novela es todo un clásico y que ha sido reeditada por Duomo con esta preciosa y minimalista portada. Si queréis ver otras portadas abundan por internet poniendo su título original "The ginger tree", y también podréis ver el trailer de la serie.

Sinopsis:

UNA AVENTURA DE PASIÓN PROHIBIDA, ESCÁNDALO Y SUPERVIVENCIA.

En 1903, una joven escocesa llamada Mary Mackenzie zarpa hacia China para contraer matrimonio con su prometido, un agregado militar británico en Pekín. Pero poco después de su llegada, Mary se entrega en los brazos de un joven noble japonés, un romance que escandaliza a los europeos residentes en el país. Sus compatriotras deciden expulsarla de la comunidad y separarla de su pequeña hija. Abandonada y sola, Mary aprende a sobrevivir durante los más de cuarenta tumultuosos años que permanece en Asia. 

Auténtica proeza aclamada en todo el mundo, El árbol del jengibre es una fascinante odisea que demuestra la fuerza y voluntad de una mujer ante los avatares de la vida.

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Opinión y Reseña: 


* Café, roscón de Reyes y El árbol del jengibre. Tarde dulce y lectura interesante.

Esta novela como ya os digo fue reeditada el año pasado por Ediciones Duomo, pero es de 1977, este dato me parece revelador ya que la novela estará situada en los primeros años de 1900, concretamente comienza en 1903, años en los que nos va a mostrar la vida de una muchacha que llegará a China cargada de sueños e ilusiones, y al final lo que se encuentra es una decepción, y vamos a poder conocer de la mano de la protagonista y el autor la percepción que se tenía de la mujer a nivel europeo y particularmente en China y Japón, donde sus aspiraciones no eran para nada tenidas en cuenta. Realmente no sé si dista mucho de la situación actual, supongo que sí, pero en esos momentos no, así que me parece que la novela es una lección de historia de la situación de los países y la mujer en los 40 años que se nos relatan en la vida de Mary Mackenzie, nuestra protagonista.

La estructura de la novela es a través de los propios escritos de la protagonista, que va combinando escritos de lo que le pasa que relata en cuadernos a tipo de diario, y cartas tanto a su madre como a sus conocidas. En las cartas, sobre todo a su madre, no es sincera del todo, ya que le esconde cosas, bien porque se escandalizaría, bien por no preocuparla, y con sus amigas ocurre igual, pero en sus cuadernos, Mary se vacía y expone todos sus sentimientos, preocupaciones y miedos. Es por lo tanto un relato intimista de una tímida e inocente muchacha de escasos 20 años, que se extiende en el tiempo durante 40 años, ya que va desde 1903 hasta 1942, hasta que alcance su plenitud, contado en primera persona, lo que hace que nos llegue mucho más.

Como digo, al principio de la novela conocemos a Mary a bordo del barco que la lleva hasta China para reencontrarse con su prometido y casarse. En esos tiempos los viajes de un continente o país a otro duraban semanas. Así pues Mary va relatando sus sensaciones en sus cuadernos, también escribe alguna carta para enviarla cuando hacen alguna escala... Y ya nos da unas pinceladas de la sociedad de la época, de la situación de las mujeres con respecto a los hombres... Que cualquier cosa podía escandalizar a la señora que viajaba con ella (su acompañante y cuidadora), que había un protocolo a la hora de sentarse en las cenas según fueras mujer u hombre, que ellos después se quedaban tomando licores y las mujeres tenían que volver a su camarote... Pero ni todo esto se acerca a lo que le espera a Mary al llegar a China.

Básicamente lo que se encuentra la protagonista es que las mujeres son madres, esposas, e hijas, y claro está, acompañantes de sus maridos en las recepciones, donde tienen que ser recatadas, con buenísimos modales, y no destacar, para que todos queden admirados no de ellas, sino del buen gusto que ha tenido su marido al elegirla a ella. Todos los sueños que tenía, hasta el más básico de poder llevar su casa, reformarla, ponerla a su gusto, se ven truncados porque su marido nunca está, no le proporciona medios, le controla el dinero y ella se siente abandonada, sin nada que hacer, y esperando a que a Richard le de la gana de presentarse alguna noche en su alcoba, que casi ni eso hace... Fruto de casi una casualidad ya que Richard no es muy asiduo a pasar las noches con su esposa, Mary queda embarazada y tiene una niña. Después de eso nos sigue relatando su experiencia como madre, que tampoco es completa, porque la niña tiene una cuidadora que casi no deja hacer nada a Mary, y algo ocurre, después de un tiempo, que será el batacazo final de Mary. Su vida cambiará para siempre, y ahora seguirá sus pasos en Japón. Pero allí también encontrará miles de impedimentos para realizarse, para sentirse comprendida y para poder cumplir sus nuevas aspiraciones y sueños. Sufrirá una nueva desgracia, contra la que no puede hacer nada, porque es una mujer, es extranjera, ha cometido errores, y según las leyes, es lo que le toca. La verdad es que vas leyéndolo todo y tienes mucha impotencia. Te dan ganas de pegar un golpe en la mesa y decir basta, algo que Mary no hace, ya sea por puro dolor y pena, no es capaz de luchar con garras y dientes por lo suyo como haría otra mujer, y quizás por eso no me ha llegado a transmitir del todo. Me ha dado mucha rabia, porque os dije al principio de la novela que al ser todo como diarios, en primera persona, llega mucho más, y me ha faltado algo. Es cierto que sientes lástima por Mary, que te indignas de lo que le pasa, pero en otras circunstancias sería una novela que sería una llorera por lo menos en los momentos más duros, y no ha sido así. Hay cosas que pasan de repente, por ejemplo, la protagonista dice que su marido de tanto en tanto va a visitarla por la noche y pum! De repente tiene ya una hija... Y otro tanto con otra circunstancia... Y otra cosa es que Mary tiene poca sangre en las venas, es cierto que lo que le pasaba era una lucha de David contra Goliat, pero un poco de lucha no? Así que eso es lo que me ha faltado para que Mary me enamore y sea una de esas protagonistas absolutas que admiras y que no se te olvidan, la que te hace llorar, y te tiene en un sin vivir... Es cierto que al final con lo que ocurre si es cierto que no puedes evitar un sufrimiento interno por ella y la novela toma todo su significado.

 
La ambientación me ha parecido buenísima. Mary va describiendo tanto los lugares en los que vive en China y Japón como las casas donde habita, el mobiliario, los paísajes que le rodean, nombra los árboles típicos de la zona en la que se encuentra, los que tiene en su jardín como el árbol Kiri o los cerezos. Lo describe tan magníficamente bien que te traslada a ese lugar y yo sin haber pisado desgraciadamente ni China ni Japón soy capaz de imaginarlo. 

También nos tralada lo sucio de las calles en los barrios más marginales, los tullidos o leprosos piden limosna en las esquinas, los distintos ropajes según el cargo, me parece muy gráfico y fácil de hacer con todo esto una película o una serie como así fue.
 
* Paulownia o Árbol Kiri, típico japonés. 
 
En cuanto a los personajes secundarios, alguno destaca más como algunas amigas que ayudan a Mary o le dan su apoyo, pero otros me parecen puramente anecdóticos. Richard y Kentaro no me han parecido que tengan la relevancia suficiente que se supone que tendrían que tener. Pasan por la novela, a mi parecer sin pena ni gloria, sólo destrozando a una mujer, aprovechándose de ella e imponiéndose en todo momento aprovechando su condición social, su nacionalidad y sobre todo ser hombres.

En definitiva, El árbol del Jengibre es un clásico en toda regla, que nos muestra la situación de una mujer, extranjera para más inri, en la China y el Japón de principios del siglo XX, cuando ambos países estaban despegando para convertirse en las potencias que son hoy día. Una mujer adelantada a su tiempo, que no se lleva por los convencionalismos, que está con quien quiere estar sin importarle las consecuencias, que es capaz de superar los momentos más crueles que le pueden llegar a una mujer, rodeada por la soledad y los abandonos, la mayoría forzados. No voy a negar que ha sido una lectura con altibajos, con momentos algo más lentos y otros que me enganchaban más, pero en conjunto ha sido una buena novela.

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En cuanto al autor, Oswald Wynd fue criado en Japón por padres misioneros escoceses y regresó a Escocia en 1932 para ocupar un puesto de profesor en la Universidad de Edimburgo. Durante la Segunda Guerra Mundial, fue comisionado en el Cuerpo de Inteligencia y fue enviado a Malasia. Capturado por los japoneses tras una semana solo en la jungla después de la caída de Singapur, pasó más de tres años en un campo de prisioneros de guerra, durante los cuales se lo mencionó en los partes de guerra por su labor como intérprete de los presos. En su último año como prisionero, empezó a escribir Fuentes de odio, una novela que le valió el Premio Doubleday en 1947. Al final de la contienda, se estableció en Escocia, donde continuó escribiendo novelas, entre ellas, El árbol del jengibre, y una serie de exitosos thrillers bajo el seudónimo de Gavin Black.



Y así comenzamos una semana más, ya pasando el ecuador de Enero. Espero que os haya gustado esta reseña y me contéis en comentarios si, al ser un clásico, la habíais leído ya o la estáis descubriendo ahora, y que os parecen este tipo de novelas en las que descubrimos otras culturas, momentos sociales y pensamientos. Qué tengáis una gran semana y un besote!!!!

11 comentarios:

  1. Hola! No conocía este libro y pese a que no es lo que suelo leer lo cierto es que tiene buena pinta así que no lo descarto. Gracias por tu reseña.

    Un saludo!

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  2. Veo que el dulce te inspira para leer jajaja. En tus fotos siempre aparece algo delicioso, ñam, ñam
    El libro pinta bien pero tengo tanto acumulado...
    Besos

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  3. Parece una lectura bonita pese a los altibajos que comentas. Yo estoy con Nunca, de Ken Follet, que me tiene entretenida porque es tochazo, jajaja
    Besitos.

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  4. ¡Me alegra que te encuentres mejor! :3
    He leído muy buenas críticas sobre este libro y la verdad es que me llama mucho la atención. Me alegra que lo hayas podido disfrutar a pesar de los altibajos.
    ¡Nos leemos!

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  5. No pinta mal pero tengo tanto pendiente que lo voy a dejar pasar.
    Besotes!!!

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  6. ¡Hola!
    No conocía este libro pero suena muy interesante. Así que lo tendré en cuenta.
    Muchas gracias por la reseña! Un beso!

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  7. Que envidia de merienda!!😊😊Gracias por la completísima reseña

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  8. Hola RAquel, de verdad, tú y yo deberíamos quedar un día a merendar. Qué bonita es la portada de la obra que traes hoy. Por lo que cuentas, una auténtica luchadora. Besos :D

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  9. un libro muy bien acompañado con ese dulce jijij

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  10. Hola.
    Pues no conocía el libro de nada pero no es que me llame mucho, así que no creo que me anime con el.
    Nos leemos.

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  11. No lo conocía y parece interesante, saludos!

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