Buenos días!
Estos dos últimos meses vamos a ir alternando reseñas con otro tipo de entradas, porque os quiero hablar de muchas cosas pero también hay que cerrar el año lector, así que vamos allá con una reseña muy especial, ya que ha formado parte de una lectura conjunta que he organizado y hemos podido ir disfrutando en "equipo" y comentando por twitter, y ya sabéis que ese tipo de experiencia lectora me encanta. Me fie de mi instinto y vi que está iba a ser muy buena lectura, de esas que dejan huella en el corazón, pese a que a priori puede echarnos atrás sus 458 páginas. Pero para nada, se lee super agusto y a muy buen ritmo. Así que hoy me toca a mí hablaros de La Cartera, de Francesca Giannone, de Duomo Ediciones, y contaros qué me ha parecido! Portada, sinopsis, y empezamos!
Sinopsis:
UNA APASIONANTE HISTORIA DE CORAJE Y EMANCIPACIÓN FEMENINA.
Salento, junio de 1934. En Lizzanello, un pueblecito de unos pocos miles de almas, un autobús de línea se detiene en la plaza mayor y baja una pareja: él, Carlo, es hijo del sur y está contento de regresar a casa; ella, Anna, su esposa, nacida en el norte, está triste y preocupada: ¿qué vida le espera en esta tierra desconocida?
Incluso treinta años después de ese día, para la gente del pueblo Anna seguirá siendo "la forastera", la diferente, la que no va a la iglesia, la que no se pasea por el pueblo, la que no se interesa por los chismes. Y Anna, orgullosa y esquiva, no se doblegará nunca a las leyes no escritas que orpimen a las mujeres del sur. Lo conseguirá gracias al amor que siente por su marido, un amor cuya fuerza advierte con claridad el hermano mayor de Carlo, Antonio, que se enamora de Anna en el mismo instante en que la ve. Más tarde, hará algo realmente revolucionario: se presentará al concurso para ocupar un puesto en Correos. "La cartera", como Anna quiere que la llamen, se convertirá en el hilo invisible que une a los habitantes del pueblo y sus historias. Primero a pie y después en bicicleta, orgullosa con su uniforme y la gorra, cambiará la vida en Lizzanello.
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Opinión y Reseña:
La Cartera tiene muchos personajes, y todos para bien o para mal te tocan el corazoncito, pero sólo una absoluta protagonista que nos dejará huella, y esa no es otra que Anna, una mujer nacida en el Norte que por amor deja toda su vida y marcha junto a su marido Carlo y su hijo al hogar donde esté creció, en el Sur, donde todo es diferente, el ambiente, la vida, las gentes, y lo que más vamos a notar es su mentalidad, que no sé si tiene que ver con el lugar del que viene, pero está a años mil de los demás habitantes, y mujeres del pueblo. Cuando llegan, Antonio, el hermano de Carlo es quien va a recogerlos del autobús, y cuando conoce a Anna irremediablemente se enamora de ella. Pero les debe un respeto a su familia y a su hermano que también ha formado una familia. ¿Cómo será la relación entre estos cuñados? Porque resulta que Antonio la entenderá y apoyará incluso más que su propio marido. ¿Qué podría salir mal en esto? Pues todo.
Porque todos tenemos un pasado, y Carlo tiene un pasado en Lizzanello, su pueblo. Y el pasado a veces deja huellas, recuerdos, confusiones y personas tocadas para bien o para mal. Y volver ahora puede ponerlo todo patas arriba. Vamos a asistir a la vida normal de una familia media en ese pueblo, que según la autora es compendio de pueblos que existen de verdad de la zona y que ha unido en esta novela. No sé cómo calificar la novela, como drama rural, novela de mujeres, novela costumbrista, porque tiene un poco y un mucho de cada una de ellas. Aunque parezca que hay momentos en los que nos podemos aburrir no es así, porque siempre estaremos al tanto de algún conflicto: los sentimientos contradictorios de Anna, que quiere hacer cosas pero parece que allí todo está vetado para las mujeres, problemas de Antonio, con su mujer Agata, que tienen una historia detrás que conoceremos y comprenderemos porque es más usual de lo que parece, las fiestas y encuentros de la familia, que se reunirán todos, con sus pequeños, Lorenza y Roberto, a los que veremos crecer hasta hacerse adultos y ser padres, porque esta historia comprende unos 30 años, que darán para mucho.
Porque ocurren muchas cosas más, con gentes del pueblo, con mujeres que son malas malísimas, porque tiene que haber una antagonista en esta historia, y con muchas circunstancias más. La autora pasa de puntillas por la historia, aunque vamos a saber en qué período histórico estamos, ya que cada capítulo va seguido de la fecha en la que nos encontramos, así podremos saber que la Segunda Guerra Mundial les tocó de soslayo, que en esos tiempos se aprueba el voto de la mujer (algo que potencia Anna recogiendo firmas en la plaza del pueblo), y otros cambios que se producirán. De todas formas son unas pinceladas someras, por eso esta novela es más costumbrista que histórica.
Estructuralmente, encontramos una novela con un prólogo, tres partes y un epílogo. Aconsejo volver a leer el prólogo después del epílogo para acabar de atar cabos. La verdad es que el final, no sólo a mí sino a todos los participantes de la lectura conjunta nos dejó super chof, no es el final que queríamos ni el que esperábamos, pero os tengo que decir que está basada en la historia real de la familia de la autora, y lo que fue y pasó, no se puede cambiar. Algo que me ha encantado y que me parece para encumbrar a Anna, es que pese a cómo la trató el pueblo (la siguieron llamando "la forastera" hasta el final, como si nunca la reconocieran como una de los suyos), es que se desvivió por hacer cosas por el lugar y sus gentes. Demostró que puede existir el apoyo, la sororidad y el empoderamiento de las mujeres, y lo consiguió no sólo para ella sino para muchas otras. Fue abriendo camino, primero presentándose al puesto de cartera cuando el anterior falleció, y lo consiguió, convirtiéndose en ese lazo de unión entre las gentes tanto del pueblo como de los demás, esos novios que escribían, esos amantes que se ponían mensajes en clave en postales por consejo de Anna, mil cosas... Pero no sólo eso, ayudó a mujeres, las enseñó a leer, a aprender oficios para valerse por sí mismas sin depender de ningún hombre, y casi nadie se lo reconoció, encontró muchas zancadillas en el camino, en resumen, entregó mucho y recibió poco. Claro que dejó huella en mucha gente, pero muchas más tenían que haberla tenido en sus corazones.
Ya os he hablado de algunos personajes, pero hay dos que me han decepcionado muchísimo: Carlo, y Lorenza. Anna siempre se volcó con Lorenza desde que la conocío de pequeña al pisar su casa, fueron uña y carne, era a quien la niña le confesaba todo, se apoyaba en ella, y su tía siempre estuvo ahí para ella. Son muchas las cosas que ocurren a lo largo de tantos años pero el resumen para mí es que Lorenza se convirtió primero en una niña y luego en una mujer caprichosa, malcriada y egoísta, a quien no le importó para nada pisotear a todo el mundo para conseguir su felicidad. Debía hacer hecho las cosas de otra manera, no arrasando con todo a su paso, y destrozando muchas vidas. Dejó de gustarme en la adolescencia y casi casi acabé odiándola.
En definitiva, estamos ante una novela que voy a recordar muchísimo tiempo. Siempre que vea una cartera me voy a acordar de Anna, con su moral, su valor, su valentía y su seguridad. Una mujer que llegó a un pueblo en el que arrasó y eso le trajo muchas envidias y malos deseos. Pero a ella todo le dio igual y siguió adelante con sus convicciones, con un amor al que se entregó sin reservas, una historia que os va a dejar huella, que os va a hacer pensar, en que las mujeres tenemos que apoyarnos en vez de atacarnos y nos iría mejor. Para mí, una lectura buenísima y que os recomiendo muchísimo.
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Espero que os haya gustado esta reseña con la que recibo el fin de semana. No os prometo nada, pero intentaré seguir a tope con el blog todo lo que pueda, aunque ya sabéis que con el trabajo y mil cosas más voy de cabeza. Mil perdones! Mientras, ¿me contáis que os ha parecido mi propuesta de hoy? ¿Os apetece esta lectura? Un abrazo enorme y feliz fin de semana!